¡No, absolutamente no! Nadie está obligado a reunirse con el detective que los llame aclamando que quieren hacerles algunas preguntas o que quieren aclarar algo. De hecho, casi siempre el mejor consejo es que esa persona no se reúna con los detectives y no responda ninguna pregunta. Nuestro consejo siempre es que lo correcto es ejercer su derecho a permanecer en silencio. Todos nuestros clientes tienen derecho a permanecer en silencio, pero muchos de ellos no tienen la capacidad. Siempre es lo correcto porque el detective generalmente solo quiere obtener más pruebas para usar en contra de esa persona.
Si el detective no tiene pruebas suficientes para acusar a la persona de un delito, entonces la persona puede negarse a hablar con el detective y éste no tendrá suficientes pruebas o evidencias para imputarles un crimen. No han empeorado su situación al no hablar con el detective. El detective puede considerar que ya tiene suficientes argumentos y pruebas, pero sólo quiere intentar obtener aún más pruebas. Ocasionan que la persona se reúna, diga algo incriminatorio, para así mejorar el caso en su contra y luego arrestar al acusado. La persona puede dirigirse y simplemente decir: «Soy inocente. Yo no lo hice ”, sin embargo, el detective ya considera que tiene suficientes pruebas incriminatorias, por ende, obtiene una orden de arresto para así poder arrestar al sujeto.
Mayormente es lo correcto ejercer el derecho a permanecer en silencio y no responder ninguna pregunta, mucho menos ir a ver al detective. Existen raras ocasiones en las que dejaremos que nuestros clientes hablen con el detective, pero no a menos que hayamos podido dialogar con el detective e investigar la situación y estemos cien por cien convencidos de que no perjudicará al cliente si habla con el detective. Aclarará el asunto y es posible que no avance más. Han sido muy escasas las ocasiones donde permitimos que el cliente hable con el detective, pero en esas situaciones, siempre ha resultado beneficioso para el cliente, sin embargo, son ocasiones muy extraordinarias, pocas y distantes entre sí.
Se supone que la policía le leerá sus Miranda Rights una vez que haya sido arrestado por cualquier tipo de delito. No obstante, no tienen que leerle sus derechos, y no hay ninguna consecuencia si no lo hacen a menos que lo interroguen después de haber sido arrestado. La ley dice que previo a ser interrogado después de ser arrestado y se encuentre bajo custodia, debe ser informado de su derecho a permanecer en silencio y su derecho a tener un abogado, derecho a terminar la entrevista, y derecho a que se le asigne un abogado, en caso de no poder pagar uno. Si ha sido arrestado y no le informan de sus derechos, eso no significa que el caso se desestime automáticamente.
Si lo interrogan y usted da algunas respuestas o encuentran alguna evidencia basada en sus respuestas y no ha sido informado de su derecho a permanecer en silencio, entonces esa evidencia no puede ser utilizada. Esta evidencia fue obtenida en violación de Arizona v. Miranda, el cual hablaba de los Derechos Miranda, lo que significa que la persona debe ser informada de su derecho a guardar silencio. Los Derechos Miranda entran en juego una vez que la persona ha sido detenida. Si la policía solo está dialogando con alguien que no ha sido arrestado, no tiene razón para informarle de su derecho a permanecer en silencio. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que también tienen derecho a permanecer en silencio en ese momento.
Es realmente importante que las personas permanezcan en silencio antes de comenzar a responder preguntas de cualquier oficial de policía. Tengan conocimiento de qué se trata su situación y cuenten con el asesoramiento de un abogado presente.
Sí. La policía intimida a las personas. El oficial de policía está parado junto a ti con un uniforme, la pistola atada al costado y una patrulla detrás de ti con las luces parpadeando. Esa es una situación intimidante. Además, la mayoría de nosotros hemos sido educados para ser cortés y amables en una conversación con los demás y para responder preguntas. Por lo general, a los niños se les enseña que los policías son sus amigos y que siempre puede ir y dirigirse hacia ellos, así como siempre responder sus preguntas.
En primer lugar, es parte de la naturaleza humana, ser amable y responder preguntas cada vez que te preguntan, así como también influye un factor de intimidación cuando se trata de la policía, un funcionario estatal o cualquier figura de autoridad. Puede resultar intimidante y lo natural es pensar que se debe responder cualquier pregunta. La policía utiliza eso a su favor porque saben que todos se sienten así, así que tienen esa ventaja natural.
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