Antes del escándalo de O.J. Simpson y otros casos de gran repercusión del siglo XX , uno de los mayores juicios de la época se refería a los asesinatos en Fort Worth.
Los asesinatos de la mansión de Fort Worth conmovieron a Texas en la década de 1970.
Recientemente, el caso fue destacado en el canal de noticias WFAA8. Los asesinatos siguen siendo un misterio.
El caso se refería a Cullen Davis, de Fort Worth, que en su momento fue uno de los hombres más ricos de Estados Unidos. También tuvo uno de los matrimonios más destacados del estado de Texas.
Cuando se casó con la glamurosa Priscilla en 1968, se convirtieron en una pareja de alta sociedad.
Priscilla llegó con tres hijos y una reputación de fiestera. La más joven era Andrea, de 12 años.
En 1976, el matrimonio estaba en crisis, por lo que Cullen Davis y Priscilla vivían bajo techos separados. Davis se ha mudado de la mansión y Priscilla la ha utilizado como lugar de fiesta. Se convirtió en un área de contención en el amargo proceso de divorcio entre el magnate del petróleo y su esposa separada
Una noche de 1976, un misterioso «hombre de negro» disparó a cuatro personas y mató a dos en la mansión de Fort Worth.
Uno de los asesinados fue Stan Farr, antiguo jugador de baloncesto de la TCU y novio de Priscilla. Fue asesinado junto con Andrea, la hijastra de 12 años de Davis, el 2 de agosto de 1976.
Davis insistió en que había estado en el cine esa noche, pero fue detenido y acusado de los asesinatos.
El juicio inicial en Fort Worth se detuvo por conductas erróneas del jurado. El equipo de la defensa cuestionó los relatos de lo ocurrido en la mansión y sugirió que Stan Farr, era el verdadero objetivo. También catalogaron a Priscilla Davis como inmoral y cuestionaron sus travesuras en las fiestas. Priscilla Davis y otras personas fueron acusadas de conspirar para señalar a su marido separado como el tirador.
Los miembros del jurado concluyeron que había una duda razonable y absolvieron a Davis.
Un año después, Davis también fue absuelto de los cargos en un caso de asesinato por encargo en el que se le acusaba de contratar a un sicario para que matara a Priscilla Davis y al juez que presidía su caso de divorcio.
El caso dio un nuevo giro en 2004, cuando un preso condenado a muerte confesó los asesinatos de la Mansión momentos antes de su ejecución.
El misterio sigue fascinando a los medios de comunicación y al público en general. Recientemente el Star-Telegram informó que los hijos del difunto Stan Farr ganaron una sentencia de 1,8 millones de dólares en un tribunal civil contra Davis y están tratando de ejecutar los pagos.
El asesinato es uno de los delitos más graves a los que se puede enfrentar. Los asesinatos en la mansión de Fort Worth demuestran cómo los asesinatos suelen estar relacionados con rencillas familiares y los cónyuges o ex-cónyuges son las primeras personas que caen bajo sospecha aunque tengan coartadas.
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