Los delitos de odio ocuparon los titulares de las noticias en los días y semanas posteriores a las elecciones presidenciales de noviembre.
Texas cuenta con una ley de delitos de odio desde 2001. A pesar que la legislación existe desde hace más de 15 años, los delitos de esta clase rara vez son denunciados en Texas.
Un artículo publicado en Houston Public Media hacía referencia a un horrible crimen que actuó como catalizador del proyecto de ley.
En 1998, un hombre afroamericano de 49 años llamado James Byrd Jr. fue secuestrado por tres hombres blancos en Jasper, Texas.
John William King, Lawrence Russell Brewer y Shawn Allen Berry encadenaron a Byrd a su camioneta y lo arrastraron a lo largo de tres millas, lo cual ocasionó su muerte. Fue un delito que condujo a la aprobación de la ley de 2001, así como a la ley federal de delitos de odio. La legislación eleva la pena si un acusado es condenado por un delito de odio.
Por ejemplo, una agresión con agravantes, normalmente un delito de segundo grado, pasa a ser de primer grado si se trata de un delito de odio.
Sin embargo, existen claros problemas de evidencia. Mientras que el ADN u otras pruebas pueden vincular a un autor con un delito, puede ser más difícil demostrar que un delito se trata de discriminación.
La fiscalía tiene que demostrar que la víctima fue objeto de un ataque debido a un factor como su color, raza, género o sexualidad.
Es posible que este año se añada otra clasificación cuando la legislatura estatal estudie un proyecto de ley para convertir los delitos contra los agentes de policía en delitos de odio en Texas.
El Southern Poverty Law Center afirma que los delitos de odio no se denuncian en el estado. En 2015, Houston denunció 27 delitos. Está muy por debajo de otras grandes ciudades estadounidenses como Los Ángeles, Nueva York y Phoenix, que informaron de cientos.
El condado de Harris ha presentado cargos por delitos de odio en sólo seis casos en virtud de la ley especial de Texas desde 2001. A menudo estos cargos son objeto de acuerdos de culpabilidad.
Durante las elecciones de 2016, hubo muchos informes sobre el aumento de los delitos de odio. El New York Times informó de cómo los delitos contra los musulmanes aumentaron un 6%.
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