El secuestro es un delito muy grave que se suele tratar en los tribunales federales. Recientemente, en Texas, tres inmigrantes indocumentados fueron acusados de secuestrar a un abogado en el condado de Orange.
Fueron acusados de robo en una vivienda. Dos de los tres hombres están acusados de entrar en la casa del abogado del condado de Orange Jim Sharon Bearden Jr. el 8 de mayo. Los investigadores les acusan de atar al abogado y de robar objetos de gran valor, como armas y aparatos electrónicos, de la residencia. Los hombres llevaban máscaras.
Los detectives de la División Criminal de la Oficina del Sheriff del Condado de Orange detuvieron a Henrry Eduar Rivera-Antunez, de 17 años, a German Adalid Borjas-Benitez, de 19 años, y a Erik Pagoada-Bustillo, de 17 años, en Port Arthur poco después del presunto delito.
Dos de los tres sospechosos entraron presuntamente en el domicilio del abogado. El tercer sospechoso está acusado de actuar como conductor, esperar fuera de la vivienda y servir de vigía.
Posteriormente, los tres sospechosos presuntamente condujeron a Bearden Jr. a un banco donde le obligaron a retirar dinero en efectivo, momento en el que le dejaron marchar a él y a su vehículo.
Un informe de Port Arthur News dijo que los tres hombres son originarios de Honduras.
Un informe de 12 News dijo que los tres hombres fueron arrestados por robo de una vivienda, un delito grave de primer grado y llevado a la cárcel del condado de Jefferson.
Según los medios de comunicación, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) cursó inmediatamente solicitudes de detención de los tres extranjeros ilegales.
El robo de una vivienda conlleva una pena más alta que el secuestro en Texas. El secuestro tiene varios grados de penas, dependiendo de sus circunstancias, pero un robo se acusa como un delito grave de primer grado cuando se comete otro delito grave en el proceso.
Según el Código Penal de Texas, el robo de una vivienda es un delito de segundo grado si se comete en una casa, pero se eleva a un delito de primer grado si.
Un delito de primer grado en Texas conlleva una sentencia de 5 a 99 años o cadena perpetua y una multa de hasta 10.000 dólares.
Si comete un delito como inmigrante indocumentado, también es probable que se enfrente a la deportación por parte de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
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