La percepción que tiene el público de la delincuencia y de la frecuencia con la que se produce suele estar en desacuerdo con la realidad. Aunque muchos votantes en las elecciones del pasado noviembre creían que los niveles de delincuencia estaban aumentando, la tendencia a largo plazo ha sido un descenso constante.
Un estudio reciente del CPew Research Center, publicado en torno a las elecciones del pasado mes de noviembre, reveló que la percepción de la delincuencia no coincide con la realidad.
La delincuencia violenta ha disminuido en dos dígitos desde 2008. Sin embargo, la mayoría de los votantes cree que ha empeorado en los últimos seis años. La desconexión entre la percepción y la realidad no es un fenómeno nuevo.
El Pew Research Center realizó el estudio en las dos semanas previas a las elecciones presidenciales. Los investigadores sondearon las opiniones de 3.788 votantes registrados que tenían intención de votar o ya lo habían hecho.
Los votantes creen erróneamente que los niveles de delincuencia han aumentado
En el período previo a las elecciones, el 57% de los posibles votantes pensaba que la delincuencia había empeorado desde 2008. Cerca del 80 por ciento de los votantes que apoyaron a Donald Trump pensaron que los índices de criminalidad habían aumentado, en comparación con el 37 por ciento de los partidarios de la demócrata Hillary Clinton.
Apenas un cinco por ciento de los partidarios de Trump pensaba que los niveles de delincuencia habían disminuido y un 25 por ciento de los votantes de Clinton creía que había incrementado.
Según el Pew Research Center, las estadísticas oficiales pintan un panorama muy diferente.
La delincuencia se redujo entre 2008 y 2015. Los delitos violentos se redujeron en un 19% y los delitos contra la propiedad en un 23% durante ese periodo, según el Programa de Información Criminal Uniforme del FBI, que agrega las cifras de delitos en 18.000 jurisdicciones de todo el país.
A pesar de la tendencia a largo plazo, varios informes señalaron el año pasado un aumento más reciente de los delitos violentos en las principales ciudades de Estados Unidos, como Chicago, Baltimore, Dallas y San Antonio. En Fort Worth, la delincuencia general disminuyó, pero los homicidios aumentaron en la primera parte de 2016.
Estos picos no han contrarrestado la tendencia a largo plazo de disminución de la delincuencia, pero son titulares que pueden afectar a la opinión pública.
Las cifras oficiales del FBI ven un desfase. El aumento de la delincuencia en ciudades como Chicago en 2016 parece haber influido en el electorado. Las previsiones de un aumento del 6% de los delitos violentos entre 2015 y 2016 enturbian el panorama a largo plazo, pero no son suficientes para compensar el descenso general de la delincuencia desde 2008.
El Pew Research Center señaló que los electores expresaron sistemáticamente a los encuestadores que creen que los niveles de delincuencia están aumentando. Desde 1989, Gallup ha preguntado a los encuestados si creen que en Estados Unidos hay más o menos delincuencia en comparación con el año anterior. En 21 de los 22 años, un mayor porcentaje de los encuestados dijo que había más delincuencia.
Si ha sido acusado de un delito violento, es probable que se enfrente a un delito grave que conlleva una sentencia severa.
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