Una vez que sea arrestado, lo detendrán y, por lo general, dentro de las 24 horas siguientes lo llevarán ante un magistrado y se establecerá una fianza. Una vez que se establezca la fianza, entonces podrá salir de la cárcel. Entonces, una opción en ese momento es fijar una fianza en efectivo; Si la fianza está fijada en $1,000, entonces depositaría $1,000 y ese monto se le devolverá una vez que finalice el caso, menos una pequeña tarifa administrativa, generalmente alrededor de $35, aproximadamente. Otra opción, en lugar de pagar el monto total de la fianza, es contratar un fiador; normalmente cobran entre el 10% y el 20% del valor nominal de la fianza. Entonces, si la fianza está fijada en $1,000, generalmente le cobrarán entre $100 y $200 por emitir la fianza por usted.
El fiador asume la responsabilidad de asegurarse de que usted se presente a la corte, y el fiador corre el riesgo de perder el dinero si usted no se presenta a la corte, pero el dinero que se le paga al fiador es una tarifa por su servicio, lo cual significa que no recuperará ese dinero cuando el caso termine. Por lo tanto, debe esperar a que se establezca la fianza, dentro de las 24 horas; sólo ahí puede obtener una liberación bajo fianza. Por supuesto, contratar a un abogado experto es el segundo paso más crucial.
Una vez que una persona es detenida, se le debe informar sobre sus Derechos Miranda o Miranda Rights, los cuales incluyen el derecho a permanecer en silencio, el derecho a que se designe un abogado para que lo represente y a consultar con un abogado antes de responder cualquier pregunta, el derecho a terminar la entrevista en cualquier momento y el hecho de que cualquier cosa que digan puede usarse en su contra en la corte. Ahora bien, si una persona no es informada de sus derechos en el momento, no significa que se otorga una tarjeta de salida automática de la cárcel o de un sobreseimiento automático del caso, pero puede conllevar a que no se admitan pruebas en contra de la persona. Por ejemplo, si la persona es interrogada y detenida sin que se le informe de sus derechos, entonces las respuestas a esas preguntas, y cualquier evidencia a la que conduzcan las respuestas se obtienen de manera ilegal y viciosa, por lo que no se pueden utilizar en contra de la persona porque no fueron informados de su derecho a guardar silencio y a no contestar preguntas.
Cada vez que una persona es detenida, tiene derecho a permanecer en silencio, no responder a ninguna pregunta y el derecho a un abogado. Ahora, sólo porque estén bajo custodia, no significa que tengan derecho a que se les nombre un abogado inmediatamente y los asesore, pero sí tienen derecho a que un abogado los asesore antes de responder cualquier pregunta. Por lo que consideramos que esos son los dos derechos más importantes. A su vez, lo más fundamental para cualquier persona arrestada es ejercer esos derechos y no responder a ninguna pregunta.
Sí, deberían serlo. Deben ser procesados, lo que significa que un magistrado o un juez les informa de qué se les acusa y también les informa el nivel del cargo, ya sea un delito menor o un delito grave, y también decide cuál es el monto de fianza que debe establecerse para permitir su liberación y asegurar su comparecencia ante el tribunal.
Deben comunicarse con un abogado lo antes posible. En caso que se les otorgue la oportunidad de usar el teléfono, deben comunicarse con un abogado de inmediato. Es posible que no se les brinde esa oportunidad, y no es necesario que se les brinde la misma de inmediato, pero ciertamente deben aprovechar esa oportunidad tan pronto como puedan, y se les debe brindar previo a cualquier interrogatorio o indagación.
La mayoría de los oficiales no lo permitirán. Pero en caso que lo permitan, está bien, y debería hacerlo, pero la mayoría de los oficiales le dirán a una persona en ese momento que no tienen derecho a un abogado que los ayude a decidir si deben o no tomar la prueba. Técnicamente, es cierto; pero si se les da la oportunidad de comunicarse con un abogado o si solicitan la misma, deben continuar y aprovechar la oportunidad para hacerlo. La mayoría de los agentes de policía no les permitirán hacerlo en ese momento, lo cual es una buena razón para rechazar la prueba y un buen momento para decir: «Me niego a la prueba y me niego a responder cualquier pregunta».
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