El primer y principal error es siempre dialogar con la policía o los detectives y responder cualquier pregunta, incluso si la persona es inocente, e incluso si la persona tenía derecho a una legítima defensa. Habitualmente es un error responder preguntas porque los detectives o los cuerpos policiales pueden sustraer de contexto o utilizar sus respuestas para corroborar otras pruebas que puedan fortalecer el caso contra la persona acusada. Ese es el primer error que comete la gente. El segundo error sería no contratar a un abogado experto para que los asesore y ayude en la etapa investigativa o en la defensa del caso, en caso que éste sea presentado. El tercer error que cometen las personas es ponerse en contacto con la parte lesionada o violar las órdenes de protección.
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