Texas estuvo en el centro de las redadas federales de los inmigrantes ilegales al ponerse en marcha la política estricta de la administración Trump en contra de la inmigración.
En febrero, los funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detuvieron a 51 extranjeros en redadas en las zonas de Austin y San Antonio.
Informan que 23 de los detenidos tenían condenas penales.
Aunque los inmigrantes ilegales con condenas penales son identificados como la máxima prioridad para la deportación, los agentes federales están acusados de recoger a cualquier transeúnte indocumentado que identifiquen en el curso de su investigación de «extranjeros criminales».
La operación «Cross Check» está dirigida a los extranjeros sospechosos de vivir ilegalmente en Estados Unidos. Daba prioridad a los fugitivos, a los reinsertados o a cualquier persona con antecedentes penales.
Entre los detenidos se encuentra un ciudadano mexicano que ya había salido del país y que fue condenado por robo con agravantes, según informaron los funcionarios del ICE.
Las redadas en Texas se centran en los inmigrantes ilegales
También incluyeron a un ciudadano de El Salvador que admitió haber agredido sexualmente a un niño y a un mexicano condenado por cargos de violencia doméstica como reincidente.
Un informe en The Statesman establece que 27 de los inmigrantes ilegales fueron fichados en la cárcel del condado de Burnet después de una redada estatal.
El capitán Matt Kimbler, del condado de Burnet, dijo a The Statesman que el condado tiene un largo historial de colaboración con el Servicio de Inmigración y Aduanas para detener a los inmigrantes. Los detiene para su procesamiento hasta 72 horas.
Esta política es contraria a la de Austin, donde la nueva sheriff Sally Hernández, ha dejado de cooperar con el ICE para atender las «solicitudes de detención» a menos que los inmigrantes ilegales en cuestión hayan cometido delitos graves.
Kimbler dijo a los medios de comunicación que no estaba seguro de cuántos de los reclusos indocumentados procedían de detenciones en el condado de Travis.
Trump ha mantenido que los inmigrantes ilegales son responsables de un número desproporcionado de delitos. En su reciente discurso ante el Congreso, llamó la atención sobre los delitos cometidos por los inmigrantes indocumentados y describió una nueva oficina que está creando para tratar el tema.
El Departamento de Seguridad Nacional anunció recientemente que crearía la Oficina de Participación de las Víctimas de Delitos de Inmigración, o VOICE.
Algunos expertos han discrepado de la suposición de que los inmigrantes cometen más delitos. En un artículo reciente, el New York Times citó una investigación que señala que los inmigrantes cometen menos delitos que los nacidos en Estados Unidos.
Si es detenido por agentes federales o por la policía local, tiene derechos. Lea sobre ellos aquí.
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