Cuando la mayoría de la gente pierde los nervios y amenaza con matar a alguien, usualmente no lo dice en serio. Sin embargo, un nuevo trabajo de investigación señala que identificar a los delincuentes con «ideación homicida» podría cambiar la forma de tratar a algunos de los delincuentes más graves.
La investigación de la Universidad Estatal de Iowa se publicó en Science Daily. Los autores hablaron con Matt DeLisi, profesor de sociología y justicia penal en la ISU, quien dijo que la identificación de los delincuentes que tienen pensamientos de violencia mortal, en lugar de sus acciones, podría transformar el tratamiento de los delincuentes.
En un trabajo de investigación publicado en el American Journal of Criminal Justice, DeLisi, junto con sus colegas de U.S. Probation, descubrió que los delincuentes que muestran la llamada «ideación homicida» son más propensos a cometer delitos graves.
El reto para los investigadores es separar a los que tienen pensamientos homicidas transitorios de los que ven el asesinato como una respuesta adecuada a una situación.
DeLisi dijo que casi el 80% de los hombres y el 66% de las mujeres que fueron encuestados en 1993, tienen pensamientos homicidas.
La cuestión se convierte en un problema potencial cuando esos pensamientos homicidas progresan a situaciones en las que las personas consideran el homicidio o la simulación del acto de matar.
Expresó:
«Para la mayoría de la gente, los pensamientos son de corta duración y están relacionados con una disputa. Pueden pensar en matar a alguien instantáneamente, pero una vez que se calman están bien. Para los clientes de los centros penitenciarios, es parte de su vida emocional. Tienen mucha ira, hostilidad y psicopatología».
DeLisi descubrió que alrededor del 12% de los delincuentes de su estudio mostraban indicios de ideación homicida. Aunque es un porcentaje relativamente pequeño, DeLisi informa que este comportamiento es un fuerte indicio de conducta delictiva.
Este grupo está vinculado a algunos de los delitos más graves, como asesinatos, secuestros, robos a mano armada y agresiones. DeLisi descubrió que los miembros de este grupo cometieron sus primeros delitos a una edad temprana: 14 años de media.
Acumularon casi más de 30 cargos penales de media y casi 20 condenas. Llegaron a ser encarcelados hasta cinco veces y fueron frecuentes infractores de la libertad condicional.
El estudio de DeLesi fue uno de los primeros trabajos de investigación criminológica en considerar la relación entre los pensamientos o la ideación homicida y el comportamiento real. Las investigaciones anteriores han estudiado el impacto de ciertos medicamentos en el comportamiento delictivo.
DeLisi citó el caso de un hombre que fue condenado por un crimen de odio a la edad de 19 años. Dijo que incluso cuando era un niño de tres o cuatro años el chico hacía declaraciones homicidas, dirigidas a su madre y a la sociedad en general.
El estudio tuvo en cuenta los antecedentes y las declaraciones anteriores de 863 clientes cuando estaban en libertad supervisada.
DeLisi dijo que la identificación de personas con ideación homicida puede ayudar a los programas de tratamiento y proporcionar protección adicional al público.
Dijo que entre el 5 y el 10 por ciento de los delincuentes cometen la mitad de los delitos en Estados Unidos y la mayoría de los delitos graves.
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