Una mujer de Austin, Texas, quien superó una acusación de conducir en estado de ebriedad hace más de un año, presentó una acción legal que acusa a la policía de haber empleado fuerza excesiva durante su detención en 2013.
Un jurado del tribunal federal falló contra Caroline Callaway, de 26 años. Alegó que la policía de Austin y los empleados de la cárcel del condado de Travis hicieron un uso excesivo de la fuerza para tomar una muestra de su sangre tras un arresto por conducir ebria en 2013.
Un informe en Statesman establece que Callaway solicitó a un jurado de un tribunal civil federal que le concediera una cantidad de dinero no revelada por los costes relacionados con lo que ella afirmaba que era una detención violenta por conducir bajo efectos del alcohol.
Callaway dijo que tuvo que someterse a dos operaciones de codo porque un agente de policía le tiró de los brazos mientras estaba esposada. Solicitó sin éxito una indemnización adicional por angustia mental, alegando que un agente la asfixió, restringiendo su respiración. Acusó al agente de cubrirle la cara con una máscara y dijo que ahora sufre un trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Dijo al tribunal que temió morir durante la parada de tráfico.
La ciudad de Austin fue la parte demandada en el juicio, así como Adam Johnson y Patrick Oborski, del Departamento de Policía de Austin. El condado de Travis también fue demandado debido a que el presunto incidente ocurrió en la cárcel del condado.
Callaway dijo que el dinero no era la principal motivación de la demanda. «No quiero que esto le pase a nadie nunca más», expresó.
El informe del Statesman indica que Callaway estaba tomando clases en la Universidad de Texas en el momento de la detención. Fue absuelta por un jurado de una acusación de DWI en abril de 2015. Su nivel de alcohol en sangre era de 0,137, muy por encima del límite legal de 0,08. Su abogado alegó que su muestra de sangre pudo estar contaminada porque los agentes no sellaron los tubos.
Como un abogado penal especialista en DWI del Condado de Tarrant, Gary Medlin ve muchos casos de inconsistencias con la evidencia y la alegación que los oficiales se comportaron incorrectamente durante los arrestos de DWI.
Estos fallos en las detenciones por conducir bajo los efectos del alcohol pueden conducir, y de hecho lo hacen, a la absolución o al sobreseimiento de los casos. Como un abogado de defensa de DWI con más de 32 años de experiencia, él está calificado de manera única para descubrir si los protocolos y procedimientos policiales correctos fueron usados en su arresto.
Además de los casos en los que las detenciones no siguieron las pautas legales, hay casos de falsas detenciones en los que un acusado fue encarcelado injustamente.
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