Durante la presidencia de Donald Trump se plantearon nuevas interrogantes sobre si el aborto se convertirá en un delito.
En el pasado, Trump ha sido crítico con el aborto y ha indicado que lo restringiría. En una entrevista con el presentador de noticias Chris Matthews, Trump fue al principio evasivo sobre si el aborto debería ser un crimen. Sin embargo, finalmente dijo:
«La respuesta es que tiene que haber alguna forma de pena».
Más tarde Trump dio marcha atrás, alegando que una mujer nunca debería ser penada. Sólo su médico.
En el histórico caso Roe contra Wade, en 1971, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que las mujeres tienen derecho a un aborto legal.
Sin embargo, un artículo en The Guardian describe cómo los abortos autoinducidos siguen produciéndose a gran escala en Estados Unidos. Algunos estados los penalizan.
En Georgia, 2015, Kenlissa Jones fue acusada de intento de asesinato después que los fiscales afirmaran que utilizó drogas para abortar a su hijo.
En Texas, una controvertida ley que redujo el número de clínicas de aborto se relacionó con un aumento de las mujeres que se «autoabortaban». La ley fue posteriormente declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Estados Unidos.
Los estados también han aprobado leyes que restringen el momento en que se puede realizar este procedimiento. ABC News informó que antes de 2010 ningún estado de EE.UU. prohibía rotundamente el aborto en cualquier fase del embarazo. Sin embargo, Nebraska promulgó la prohibición del mismo a las 20 semanas en abril de 2010. Al año siguiente, Alabama, Indiana, Idaho, Kansas y Oklahoma siguieron su ejemplo. En 2012 se aprobaron leyes sobre el aborto en Arizona, Georgia y Luisiana, y Arkansas aprobó una ley restrictiva del aborto en 2013.
Si se anula el caso Roe contra Wade, el derecho penal podría desempeñar un papel cada vez más importante en la aplicación del aborto en Estados Unidos, aunque no está claro qué penas se materializarían finalmente.
En muchos países latinoamericanos y africanos, el aborto es un delito que puede llevar a las mujeres a la cárcel. El Salvador, en Centroamérica, tiene algunas de las penas más estrictas del mundo referentes a este procedimiento. En El Salvador, una mujer que aborta a su bebé puede enfrentarse a 40 años de prisión por homicidio agravado.
Aunque es muy poco probable que esas leyes draconianas lleguen a Estados Unidos, Trump ha dejado claro que quiere que la Corte Suprema anule la sentencia del caso Roe. v Wade.
Sin embargo, esta medida sería muy controvertida. Las sentencias a favor del aborto se basan en la premisa de que tanto la Novena como la Catorceava Enmienda de la Constitución garantizan el «derecho a la intimidad» de la mujer, un derecho que se extiende incluso al aborto.
Ciertamente existe un poderoso movimiento para restringir los abortos en Texas. Si usted ha sido acusado de un delito en el área de Fort Worth, contacte con un abogado de defensa penal con experiencia tan pronto como sea posible.
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