La vigilancia de los enajenados mentales ha sido un problema importante en Texas durante décadas, con escasos recursos para ayudar a las personas con necesidades particulares.
Sin embargo, se está llevando a cabo un nuevo esfuerzo en tres ciudades de Texas para vigilar proactivamente a los enajenados mentales, según The Crime Report.
La publicación cita el trabajo en las ciudades de Hurst, Euless y Bedford de la Behavioral Intervention Unit (BIU) o Unidad de Intervención Conductual, es español.
Son ciudades de la región metropolitana de Dallas-Fort Worth. Su trabajo se basa en un programa modificado del Equipo de Intervención en Crisis desarrollado hace más de 10 años por Ken Bennett, coordinador local de salud mental, así como por el Departamento de Policía de Hurst.
La estrategia se basa en la mejora de la integración de los clínicos de salud mental y la policía.
Es un enfoque proactivo. En estas tres ciudades, la Unidad de Intervención Conductual despliega equipos de clínicos y policías que patrullan cada día de la semana en busca de personas que sufren una enfermedad mental.
Los equipos pretenden intervenir antes de que se produzca una situación de crisis.
El enfoque reconoce el hecho de que la supervisión de los enajenados mentales se ha convertido en una crisis no sólo en Texas, sino en todo Estados Unidos.
La financiación de la salud mental ha estado en primera línea de los recortes durante décadas y cada vez incrementa el número en las cárceles de enajenados mentales.
El Atlantic informó recientemente de cómo el 55 por ciento de los reclusos y el 73 por ciento de las reclusas en las cárceles padecían una enfermedad mental.
En el artículo, Nick Selby, un detective de la policía de Texas, dijo que reconocía cómo la Ley Sandra Bland, firmada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, en junio, puede tener un profundo impacto en la forma en que Estados Unidos maneja las enfermedades mentales.
La Ley Sandra Bland fue criticada por los familiares después de que se eliminaran de la legislación las medidas para cambiar los poderes de detención de la policía.
Sin embargo, algunas de las disposiciones relativas a los enajenados mentales en las cárceles sobrevivieron. La Ley Sandra Bland ordena a las cárceles de los condados que desvíen a las personas que sufren problemas de salud mental y abuso de sustancias para que reciban tratamiento.
Los acusados detenidos con una enfermedad mental o discapacidad intelectual deben recibir una fianza personal en virtud de la nueva ley. Las agencias independientes de aplicación de la ley investigarían las muertes en las cárceles de Texas.
Las cárceles son lugares muy temibles para los acusados. Es probable que sus problemas se agraven si padece una enfermedad mental. Si usted ha sido acusado de un delito, llámenos hoy para una consulta gratuita sobre su caso.
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