El historial de Texas en materia de tráfico sexual está en tela de juicio. Un reciente informe en profundidad afirma que a menudo son las víctimas del tráfico sexual y no los delincuentes quienes acaban encarcelados.
Una serie de informes en Texas Tribune destacaron las dificultades a las que se enfrentan las personas cuyas vidas se ven perjudicadas por el tráfico sexual.
Una de las jóvenes víctimas que acabó encarcelada fue Lena. El artículo destacaba cómo se convirtió en una de las reclusas más jóvenes de la cárcel del condado de Harris, en Houston, en otoño de 2016.
Sólo tenía 17 años cuando acabó encerrada. Vivía con dos docenas de mujeres en una sola habitación sin privacidad y con un baño pegado a la pared.
Las víctimas del tráfico de personas pueden acabar en la cárcel en Texas
Sin embargo, Lena no cometió ningún delito. Era una de las víctimas del tráfico sexual de Texas.
Creció en un hogar abusivo y se convirtió en propiedad de proxenetas que la vendían por sexo después de que se escapara de casa.
El informe dice que acabó en la cárcel porque no tenía otro sitio al que ir. Las otras víctimas del tráfico sexual de Texas, muchas de ellas adolescentes, tienen el mismo problema.
El informe del Tribune señalaba que mientras Texas destina dinero a las operaciones para atrapar a los traficantes de sexo, presta poca atención a las víctimas. Sólo hay un centro dedicado a las víctimas del tráfico sexual infantil en Texas. Se llama Freedom Place y sólo puede albergar a 20 chicas en un momento dado. El informe dice que el centro no aceptará niños recogidos de la calle por la policía en plena noche.
Freedom Place está en Houston. No hay ninguna otra instalación en ciudades como Dallas o Fort Worth.
En el Estado de la Estrella Solitaria, el énfasis de la campaña para acabar con el tráfico sexual de menores cambió desde la sentencia del Tribunal Supremo de Texas en 2010. Los jueces dijeron que los menores de 14 años involucrados en la prostitución deben ser considerados víctimas y no delincuentes. La legislación posterior cambió la etiqueta para los jóvenes acusados de prostitución de «delincuente» a «niño que necesita supervisión».
Los cambios también permitieron sellar estos registros para proteger a las víctimas.
Sin embargo, la investigación del Tribune sugiere que Texas tiene un camino considerable que recorrer antes de que las víctimas del tráfico sexual estén protegidas de la cárcel.
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