Muchos acusados suelen confundirse acerca de los juicios penales y existen numerosos conceptos erróneos. En nuestro sitio web, señalamos que muchas personas se ven influenciadas por los juicios que ven en la televisión.
Frecuentemente, las personas confunden la carga de la prueba con la carga de los juicios civiles. En ocasiones, tenemos que ayudar a un cliente a entender que en un caso penal la defensa no tiene nada que probar.
De hecho, la fiscalía tiene que probar de forma concreta y sin lugar a dudas, su caso contra nuestro acusado. El gobierno suele llevar testigos al estrado para ayudarles a probar su caso. En ocasiones, tenemos que ayudar a nuestro cliente a entender que no está obligado a declarar y que tiene el derecho a guardar silencio en un caso penal.
En algunos casos penales, faltan pruebas como el ADN y todo se reduce a la palabra de una parte contra la otra. En estos casos, puede tener sentido que nuestro cliente declare, debido a que las palabras del acusado pueden ser suficientes para infundir una duda razonable en la mente de los jurados.
Es importante asegurarse que el cliente entienda que la carga de la prueba penal es mucho mayor que la carga civil de la preponderancia de la prueba.
Es importante que el acusado no se rinda y se apresure a declararse culpable. En ocasiones, podemos aportar testigos para refutar las pruebas de los fiscales.
Podemos demostrar que la prueba de alcoholemia fue defectuosa en un caso de DWI porque la máquina estuvo mal calibrada o el oficial de policía no siguió el procedimiento adecuado.
Una de las mayores ideas erróneas que la gente que no está involucrada en los juicios tiene sobre el proceso de justicia penal es el tiempo que lleva.
Las investigaciones de la escena del crimen no son cuestión de horas o días como en un típico episodio de televisión. Pueden prolongarse durante meses, años o incluso décadas. Los resultados del laboratorio pueden tardar meses en ser analizados y entregados.
Investigar la escena del crimen, buscar pruebas forenses y huellas dactilares, interrogar a los testigos y recopilar pruebas lleva un tiempo considerable. La propia investigación puede ser bastante larga, aunado al proceso de detención y sentencia. A menudo se necesita más de un año para que un caso llegue a juicio.
Los acusados pueden desanimarse si los testigos presenciales declaran en su contra, pero esto puede no ser tan poderoso como se suele pensar. Las investigaciones demuestran que muchos testigos no recuerdan con exactitud lo que vieron y su testimonio puede desmoronarse si se les cuestiona.
Incluso los peritos pueden no ser infalibles. En 2012, la credibilidad de A.P. Merillat, un experto utilizado por los fiscales de Texas que solicitaban la pena de muerte, fue condenada por el máximo tribunal penal del estado. Texas Tribune informó que los jueces determinaron que Merillat dio un falso testimonio. Dos sentencias de muerte fueron revertidas a sentencias de cadena perpetua.
Si usted ha sido acusado de un delito penal en Texas, es importante contactar con abogados de defensa penal con experiencia.
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